Congregación de Misioneros de San José
Historia de la Congregación de Misioneros Josefinos
La apremiante escasez de sacerdotes, los problemas de los seminarios, el abandono de los pueblos, en México, motivaron al P. Vilaseca proponer a sus superiores la creación de un centro de estudios eclesiásticos en la Arquidiócesis de México. Así, con la anuencia del Arzobispo de México y el apoyo de sus superiores, fundó el Colegio Clerical del Señor San José, el 19 de septiembre de 1872, para formar pastores que se dedicaran a la atención de las parroquias, y no se perdiera el fruto de las misiones.
El mismo día fundó la Congregación de los Misioneros de San José, cuyo fin consiste: en la promoción del culto y devoción a San José y en la evangelización, preferentemente de los pobres e indígenas, mediante la educación de la juventud, las misiones y otros ministerios de acuerdo al propio espíritu y carisma.
Tres días más tarde, fundó la Congregación de Hermanas Josefinas, con la ayuda de la señorita Cesárea Ruiz de Esparza y Dávalos, para la educación de la juventud, la atención a los enfermos y otras formas de caridad.
Nuestro Fundador
P. José María Vilaseca
Nació en Igualada, España, el 19 de Enero de 1831. Fue bautizado al día siguiente en la Parroquia Santa María de Igualada, bajo el nombre de José Jaime Sebastián Vilaseca Aguilera. A los 19 años siente el deseo de servir a Dios como Misioneros en México bajo la Congregación de la Misión, tras la invitación de un sacerdote cuando estudiaba en el Seminario Conciliar de Barcelona.
En 1952 parte hacia México dejando familia y tierra. Ingresó al Noviciado Paulino el Viernes Santo de 1953. Durante su noviciado, escribió el "VADEMECÚM" que trató sobre estar útilmente ocupado; profesó como Misioneros Paulino el 3 de abril de 1955, tomó el nombre de José María.
Fue ordenado sacerdote el 20 de Diciembre de 1956 y se celebró su primera canta Misa el 21 de diciembre de 1956. San José fue su patrono en esa Misa. En abril de 1862 padeció una gran enfermedad y estuvo cerca de morir y experimentó las Nadas, tras sanarse, realiza un cuarto voto: "HACER SIEMPRE Y EN TODO LO MEJOR" o mejor conocido como Voto de Amor.
En 1872 funda las obras josefinas: Asociación de San José, Misioneros Josefinos (y el Colegio Clerical de San José) y las Hermanas Josefinas.
En enero de 1877 se separó de la Congregación de la Misión tras la incomprensión de sus superiores, y ayudado por san José, el arzobispo de México y la oración de los fieles, profesa como Misioneros Josefino y se dedica totalmente a sus obras el 25 de enero de 1877.
Murió en la paz del Señor el 3 de abril del 1910, y antes de expirar, dijo: ¡Jesús, María y José, vámonos!.
La Congregación de Misioneros de San José, se ha extendido por varios países realizando su labor como lo dejo nuestro padre fundador: Educación de la Juventud y las Misiones.